sábado, 27 de diciembre de 2014

¿Quién Soy?





¿Quién Soy?
Soy mi pasado, mi presente y mi futuro
¿De qué estoy hecho?
De barro soy, al barro voy.
Soy mis ancestros, 
lejanos y austeros
Pacíficos, guerreros
Enfermos y curanderos.
Soy mi madre y mi padre
Única combinación
De puritanismo y juego
Literatura y acción.
Soy mis hermanos combatientes
De la vida y la creación
Soy mi destino, mi fuego 
Servicio y vocación.
Soy amor de pareja de carnes intrincadas 
proyectos fantaseados y otros truncados.
Soy los hijos, lanzados al mundo,
Que en su acontecer cambian y crecen.
Soy el cuidado y corazón
La noche en vela, el desgarro, la pasión
Y los animales compañeros de ocasión
Que fieles piden alimento y compasión.
Soy mis amigos
Forjadores de nuevos genes
Sanadores de aprendizajes dolientes
Buscadores de proyectos valientes.
Soy mis vecinos querendones contenedores
De saber que no estoy solo
En la lucha de los bienes.
Soy mi descendencia 
fresco germen de evolución
con su risa el yugo aprenden
el destructor paso del tiempo.
Muero y renazco y vuelvo a morir
Y con mis fuerzas nace viva 
la llama eterna universal.
Y soy mi amor vedado y oscuro
El más cercano a mi original modo
El que conoce el melancólico nudo
De nacer gemelos y cortar el cordón.
Soy la palmera flameando al viento
Y el sauce llorón sombreando el suelo
El geranio, rosado y fino
La sed y la soda, la borrachera y el vino.
Soy el agua mansa
Y la fuente que emana de hondo
Y salpica de alegría 
en burbujas transparentes.
Soy el silencio, el vacío, meditación
Y los anhelados programas salvación
La paleta y el pintor
La guadaña y floración.
Soy el suelo y soy el tallo
Que da hojas, fruto y flor
Y la preocupada frente
Del filósofo escritor.
Soy la brisa en día de verano
El alegre canto de golondrina
La gaviota surca-cielos
La ballena come-huevos.
Soy la Vida que me ha dado 
esta única condición
De saberme parte del Todo
En secreto y a viva voz.
Silvia Munton

Mi mundo





Mi Mundo
El cual no compartes,
esta lleno de estrellas,
de mares, de mariposas que juegan con mis ojos,
de colores que lloran alegrías, no vendo nada ni compro algo,
comparto lo que me presta el día.
Mi mundo, el cual no compartes,
no sale en un anuncio,
brota de la tierra,nace con el sol
y el canto de las aves,
besa con el fin del día
y permite que sigas creciendo.
Mi mundo, el cual no compartes,
esta presente en el aire que respiras,
en el viento que te acaricia,
en el agua que moja tus sueños,
en la sombra en la cual duermes.
Mi mundo el que dices no querer,
es parte del tuyo,
algo que nos une en un universo
que va más allá de tus ojos y sentidos
Mi mundo es en el que existo y existes....
en el cual, caminas, volteas, te mojas,
empiezas y terminas, te desnudas y te vistes.
lloras y acurrucas tus miradas.
Mi mundo el cual tu no quieres
es día y noche, vida y muerte...

Vogard Paz.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Estoy viva




Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.
No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.
Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavales alegres marchando hacia el colegio.
Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.
Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.
Gioconda Belli
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